martes, 1 de junio de 2010

Y si alguna vez.
Nada.
Nada.
Nada.

A veces un poco menos.
A veces un poco menos.

Voy a comer estrellas y escupir arandelas.
Trompas radioactivas, sin saliva.
Extra, extra, terrestres de plastina, voy a esculpirlos a la mandíbula.
Voy a escupirlos en donde no exista adrenalina cristalina.
Voy a limarlos con un poco de miel en ácido robótico.
Voy a cavar un espiral en una nube y taradear redondelitos de gas con pan y frutillas y tres pelos de vacabuey con un chiflete en el moflete, que gima-ría y sangre a la vez puntas de alfiler, recodos al ciempiés.
De cuacho, de chico, de lata.
Diez menos tres, cinco veinte otra vez. Siete no ves.
No me asesines, tan de a poco quiero más .
No me de a poco, hay un loco, hay un loco, hay un loco.
Hay un siete no lo ves.
Hay un siete no lo ves.
Hay un siete no lo ves.
Hay un siete no lo ves.
Hay un siete no lo ves.
Hay un siete no lo ves.