sábado, 10 de marzo de 2012

Vive viajando,
muerde volando en la ceniza de un viejo amor
que lúcido se ha ido dejando,
y si le da paliza
que embriague la tiza

Tengo que dejar los parabrisas
para que entren nuevos paraguas
y tarde
y mañanas
y noches
deambulantes como se oyen veloces, pedantes en nuevos goces.

TEngo que dejar que dejen de aplastar nuevas horizontes.





Por qué me mentís si huelo tu espanto tan desesperante?



Vayan malditos enanos verdes y negros, prados de soja y orejas paradas en ormas de sueños melancólicos y ardientes de vidrios rotos y roces que quema la yema del dedo y ahuyenta la mirada cólera escurridiza al diálogo parpadeo.

Y quién somatiza ahora?