jueves, 30 de agosto de 2007

se me han borrado las ideas, y vengo en espera de búsquedas nuevas, absorta aún en el descaro inagotable sobre retóricas respuestas..
se me ha caído una estrella y no resuelvo la abstinencia de intrigar... o de cómo es que me mantengo parada, por qué veo, o por qué a veces no encuentro palabras..
y más aún propensos a caer contra gravedad con miedo a la estabilidad
y el espacio inhumano sin saber qué es humano, y la no-vida con la falta de comprender la vida.. con palabras y más palabras que mal nos guían... divagando sobre miedos y encantos, la magia recíproca del cuarto cerrado...
con el canto repetido de ahogos resentidos, atónita reacción la reacción, insultante al insulto, demacrado y sepulcro, alego instantáneo a la contradicción y respirar profundo...
y más aún las ideas no aparecen, y la necesidad de explicar crece... la ronda redonda ya no tiene forma, y el cuarto cerrado sigue cerrado, sin ventanas, sin atajos...
Yo no sé lo que sé, se es simplemente dejándose correr por el susurro inadvertido... yo no sé lo que sé, ni los tiempos y el por qué de ambiciones, cuando respondo doy similtudes y características, diciendo y reprochando porque es humano y también inhumano según el caso, pero el caso es que de eso tampco estoy segura.. en realidad, seguridad es una palabra que perdió su peso en estos tiempos, y el dramatismo ha estropeado y continuado, la ronda redonda que perdió su forma... aún sin preguntarnos si alguna vez tuvo forma...
Volviendo y volviendo nunca supe si moví hacia algún lado o cuáles eran las direcciones.. y quién dice que no miento y quién dice quién soy yo y por qué hoy escribo, yo sé que no sé muchas cosas, y así también muchas más, corriendo el telón de este teatro de caretas presiones y formas sísmicas, resuelvo la duda a la duda con más dudas que se anulan, simulado simplemente a la complicidad de las palabras a las palabras sobre hechos..
Se me han borrado las ideas, y nunca dije que infeliz o feliz de ello estuviera, simplemente existo intentando existir, y no dejar en vano la existencia, que por el momento sé, sea quizá algo tangible... pero si de eso trata no quiero a mi existencia, sólo probar límites de racionalidad e "impsibles"... y ya no sé qué es lo que digo o por qué lo digo... sólo quiero descansar intentando no encontrar olvido...

miércoles, 1 de agosto de 2007

( ... )



como días...


Y el yerbal alumbrado con el canto de los recodos sin fin cada mañana, el consuelo partiendo el suelo a las carcajadas del popurrí disontante, la clave demacrando, la distorsión a comienzos sin punto de partida, ni llegada, un asunto invariable de carácter firme en la apatía convincente del por qué a los porques, y el tumulto prematuro del añejo avecinado al contorno marginado, la línea del tiempo hacia un reloj que paró el rodaje de su cuerda, y el chiste, y la gracia, que gan podrido su cuentas...
Y la huella en las hojas del inconsciente estancado, la palma abierta al grito retobado en en la intrincante sed de las pupilas al destello predilecto, tan esbelto... que se enconde en el peldaño al nivel del horizonte, lejos, por donde el chillido parasitario de inmunes a la incomodidad del absolutismo, deriva su cauce presumiendo que el tramo intermedio.. fue insignificante...
Y que quizá o mientras entonces, una alusión limítrofe al plazo desmaterializado calla y escupe la duda bajo el nivel de incontinencia; con inversas proporcionalidades. Que el tiempo no calla, pero no es boca de nadie, y que nada, se plasma al vacío así como así crece el parpadeo rudimental, el concepto es inclemente a peticiciones que aluden en contra de las propias leyes materiales, que creamos siempre, y al correr del paso caemos en la fosa llana que mismos complacimos y nos complacimos...
Y que la repetición, es volver otra vez, recurrente, desde el mismo allanamiento, o uno distinto, y el contexto de varibilidad o resoluciones aparentes, o de chsites sin mentes, y de pausas pertinentes que no crecen ni decrecen; no existen...
Y el suelo cubierto de inmadurez o prematuras convicciones del cómo es, y la dicha relatividad de cada impedimento o desliz al palabrerío inmaterializado... un acecho al paso hacia el próximo cuadro, un cuarto oscuro de inversiones presuntivas, o de concretos supuestamente estables, o alguna otra invención del juego continuo que conmutamos con nosotros mismos y un referente externo... asomado simplemente por la abertura incandescente que no vemos cada día...






(continuará algún día...)