sábado, 18 de diciembre de 2010

Vamos a jugar un juego? le dijo, el chico contesto cuáles eran las reglas.
Yo te dije sólo de jugar un juego, por qué me preguntás cuáles son las reglas?
El chico dudó, movio el talón izquierdo rozando suvamente el derecho por detrás.
Bueno, entonces contame cómo es el juego.
Viste esa manzana que estaba comiendo hoy?
Sí...
Bueno, escuché la otra vez un cuento de que una vez un hombre, al caerse la manzana del árbol que estaba, empezó a pensar un par de cosas, de la gravedad hablaba.
La gravedad? qué es eso?
Viste en el espacio que podés flotar?
Mmmm no, no ví, es cierto eso?
Bueno, te cuento que en el espacio, fuera de la Tierra no hay gravedad y hace eso, si no me creés preguntale a tu mamá, te va a contestar que es verdad. Pero bueno, vamos a empezar a jugar.
El chico empezó a frotar sus tobillos ya ubicados, una y otra vez, una y otra vez..
Pero, a qué vamos a jugar?no me dijiste las reglas ni cómo se juega..
A mi me parece que vos no querés jugar conmigo respondió él.
El chico comenzó a rascarse la cabeza sin dejar de frotar sus tobillos, largó a llorar.
Pero por qué llorás?
El chico no podía responder, sólo negaba la mirada y frotaba sus tobillos cada vez más notablemente.
Te pican los pies?
El chico dejó de llorar.
Yo no se, sólo quería saber las reglas del juego pq vos las sabías y me estabas invitando pero yo no entiendía, y, y.. ppp (titubeó y largó a llorar nuevamente)
Ves, vos no querías jugar conmigo, nada más, y yo no tengo ganas de llorar, no llores, no te puedo acompañar.
El chico enmudeció y soltando los tobillos comenzó a alejarse cabizbajo entre los yuyos del verano.
Él se sentó y miró sus manos. Estaban marcadas de uñas que se precipitan silenciosas, cuando nadie las piensa.