jueves, 7 de abril de 2011

Cuando no parás de mirarle la mano, cuando no podés parar de mirar su mano
tenés todavía la mitad del cuerpo de ibuprofeno circulando en la garganta y es el mejor momento que se te ocurre para hablar, la verdad que sos muy vivo.
Y sigue y sigue con la boca firme en las manos, no podès parar de mirarle la mano
Si tu pan hablara...
Si miraras de una puta vez las luciérnagas en la ventana y las dejaras pasar.
No tendrìas que encender esa vela, vas a quemar todo.
Se te revuelca la panza pero no paràs de hablar.
Y eso a què viene?
Ni hablar.
Es que llegò el momento en que el asco y se comió todas las palabras y toda la gente.
La persona no es la forma.

Se va a quemar todo, salì, no lo hagas a propòsito.
Quemate afuera, lejos mìo.
Pero no te vayas.
Si el lobo te viò gritaràs eternamente.
Y cuando todo se vuelve titubeante, mordisco.
Si dejaras pasar las lucièrnagas quizà hubiera calor bajo las mantas.

Duerme pequeña, no vale la pena despertar...

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