martes, 28 de julio de 2009

Se mueve como si línea.
Y anhela que sólo fuese por hoy, cuanto menos presencia fuera producto del acto.

Hoy cierren las puertas que no va a llover.

Sin embargo nadie dice que se hubieran sumido análogos a la calma frenética.
No fue más que una línea cerebral, que el murmullo que se oye inválido a cada paso que hoy no fue más si tal, que si cual.

Simplemente contengo los nervios, y transformo el aire que se dilata bajo los dedos en la calma matutina que corrompe toda noción de equilibrio.

Es el escuadrón aleatorio de la quema y combustión, de la magia a la expresión.

Y ya se los ve marchando, sonrientes y cabizbajos; como toda culpa de otoño.

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