sábado, 3 de diciembre de 2011

Estaba totalmente alamarda,
como si algo sucediera y llevara su pulso al más allá.

Era obra nueva,
pero no se dio cuenta
hasta que vió una máquina de escribir.


Ella voteaba todo lo que cruzaba.
Soy un nómade entre la gente,
no me apetece lo suficiente,
sólo soy de robar cabezas por un rato.
Cuando todo empezó a verse confuso.

La radio no prendía, el televisor mostrabas cabezas locas girando una y otra vez cada vez más rápido.

Se dio cuenta que no podía.
Tenía dos ofertas para elegir,
o las dejaba y seguía su rumbo,
o aceptaba otro.
Esta era una duda.

Empezó entonces a hacer simbiosis
entre una otra forma,
las mezcló exquisitamente
para su agrado y su ardor....

Pero seguía apagado, algo seguía apagado.

No hay comentarios: