viernes, 18 de septiembre de 2009

Yo creo que es raro,
y más a estas alturas,
andar escupiendo mariposas.

Mejor ensordecerse un poco,
La locura de amar una pluma.

metabolizar la palabra con el viento
y degollar las tardes de verano
en susurros de invierno.

Y sobre todo escupir mariposas,
el resto no tanto, pero,
cómo no derrochar el ingenio
en causas perdidas un par de años luego?

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